A
unos centímetros de profundidad,
en el subsuelo encontramos una temperatura
bastante estable comprendida generalmente
entre 5° y 18°C. Para utilizar
este “calor geotérmico
de baja energía”, es
preciso recurrir a una bomba de calor.
La
bomba de calor geotérmica es
un aparato que extrae el calor en
el suelo, mediante una red de tubos
enterrados. Este calor se transfiere
a un intercambiador a una temperatura
que permite asegurar la calefacción
por suelo radiante. El sistema asegura
el mejor confort del hábitat.
Aplicable
a cualquier proceso industrial que
requiera temperaturas hasta 55ºC,
siendo posible llegar a mayores valores,
pero dependerá de las condiciones
específicas de cada aplicación.
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